“Ama y no sufras”

“El amor conlleva su propia disciplina.
Se sufre demasiado por amor, ésta es la verdad. Incluso los que se vanaglorias de estar perfectamente acoplados a su pareja, en lo más recóndito de sus ser albergan dudas, inseguridades. ¿Quién no ha sufrido alguna vez por estar con la persona equivocada, por sentir un descenso en el deseo o simplemente por la caricia que nunca llego? No hay nada más hipersensible que el amor, nada más arrebatador, nada más vital. Renunciar a él es vivir menos o no vivir.


El miedo a la pérdida, a la soledad o al abandono contamina el vínculo amoroso y lo vuelve altamente vulnerable y patológico. Sin embargo, y al contrario de lo que parece establecer nuestra cultura, es posible amar con independencia y aun así seguir amando.La dependencia afectiva a la pareja, genera tarde o temprano sufrimiento y depresión. Millones de personas en todo el mundo son víctimas de relaciones amorosas inadecuadas y no saben qué hacer al respecto. La adicción afectiva es una enfermedad que tiene cura y, lo más importante, puede prevenirse. Este trabajo, producto de años de investigación en el tema, pretende ayudar a aquellas personas que son o han sido víctimas de un amor malsano y guiar a las parejas aún no contaminadas para que continúen en la sana costumbre de amar intensamente y sin apegos.


¿Cómo amar sin tener que sufrir los estragos del mal de amores? es el tema de Ama y no sufras publicado por Grupo Editoral Norma en el 2003. Apesar de ser un libro publicado por primera vez hace cinco años se ha reimpreso varias veces y encierra una sabiduría que te ayudará, los estragos del amor de los que habla Riso no han ”envejecido” al contrario siguen increíblemente vigentes.
Anoche apenas lo terminé y me dejó un buen sabor de boca.
Es un libro sencillo y a la vez profundo, habla de los tres pilares del amor “sano” (si es que le podemos decir así) que según Riso atiende a estas tres formas del amor: Eros, Philia y Ágape. Para este autor las relaciones tienen y gozan de equilibrio cuando existen los tres (pueden ser también facetas temporales de un mismo amor): el enamoramiento pasional (Eros), el amor amistoso y empático (Philia) y el amor tierno (Ágape), sublime-sagrado, el que da sin esperar recibir.
Su propuesta es muy interesante e ilustrativa. Al final de cada capítulo tiene una serie de consejos prácticos para que cada tipo amor “no se nos salga del cauce”, ya que cuando se “desborda” el sufrimiento aparece en la vida de los amantes, de los esposos y de los novios.


Lo que más me gusta de Ama y no sufras es su lenguaje sencillo y didáctico, se nota que el autor ha sido psicólogo clínico y terapeuta de parejas por 25 años. Da muchos ejemplos de casos de parejas que él ha atendido.
Es fácil entender cómo uno mismo se ha extraviado en el amor, ha dejado que uno de los pilares del amor se alimente desmedidamente en detrimento de otros o notar cuándo hemos construido ideales que están haciendo que nuestra relación se vaya al foso.
En definitiva el mensaje que me dejó: “el equilibrio es la justa medida en el amor”,  el conocerse, el conversar sobre cómo queremos nuestra relación de pareja y sobre todo permitirnos “ver por” la otra persona, “sentir por”, “hacer por”, “sufrir (positivamente) por”.
El meollo del amor es la inclusión de un otro a quién dar amor, un espejo donde mirarte y que sea de carne y hueso. El dolor suele hacernos sentir identificados con los demás mucho más fácil que el amor y el placer, por ello las relaciones destructivas suelen ser más comunes que las sanas.
He visto que muchas personas en busca de información sobre la violencia en las parejas y por ello decidí transcribir aquí un pedacito de este libro (del capítulo del amor agápico) que me gustó mucho y está relacionado.
¡Ojo! Estas condiciones o requisitos de un amor sano tienen que ser recíprocos, esa es la clave, que sea un acuerdo bilateral y que ambas partes de la pareja respeten el trato amoroso. Si tu relación no cumple alguno de estos tres requisitos (que vienen abajo luego de la palabra NO) vives en una situacion de violencia.
La violencia no es sólo ser golpeado o golpear, también es la indiferencia ante la necesidades de tu pareja, los insultos, la subestimación del otro, la negación voluntaria a tener sexo (que hacen muchas personas para manipular) o el abuso sexual, la manipulación (ejemplo: ¡si me dejas me mato!), tratar de comprar el amor con bienes materiales, los celos, todo eso es violencia. 
Querer tratar al otro o la otra como tú quieras que te traten no es lo adecuado… tal vez lo que tú necesitas no es lo mismo que tu pareja necesita, averigua amorosamente quién es y qué necesita… no lo supongas, “suponer” es otra forma de violencia.
Respétate no dejes que nadie te diga lo que necesitas, decide tú. Elige el amor y el respeto, ante todo.
Notita amorosa para mujeres:
En los matrimonios y noviazgos también se dan las violaciones sexuales, NADIE tiene que obligarte a hacer nada con lo que no te sientas a gusto, aunque estés casada o sea tu novio ESO que él te hace con el uso de su fuerza y sin tu consetimiento se llama: violación. No hay otra definición. Por favor busca ayuda.


 Para no sufrir ni hacer sufrir 
 -Niégate a todo tipo de agresión. No conviertas tu relación en un campo de batalla. Puedes crear inmunidad a la violencia en cualquiera de sus formas. Sólo necesitas usar tres NO, negarte a tres cosas pase lo que pase. Puedes escribirlo y firmar con tu pareja el compromiso.
Me comprometo a:
  • NO subestimar el dolor de mi pareja (ten compasión, métete en sus zapatos, camina con sus zapatos).
  • NO agredir a mi pareja de ninguna manera, ni aprovecharme de sus debilidades (tener dulzura, delicadeza, etc.).
  • NO fomentar la indiferencia afectiva, la frialdad, la falta de contacto físico o la ausencia de caricias (expresión de afecto positivo). 
-El descuido es desamor, no importa la excusa que des. Nada disculpa el abandono afectivo de la persona que amas. Y si crees que eso te convertirá en dependiente, despreocúpate, hay una forma de cuidado que no es co-dependencia, que va más allá del apego: es el gusto de dar, de hacer el bien a quien amamos. No hablo de sobreprotección, sino de atención amorosa, de vigilancia afectiva y efectiva, para buscar el bienestar del otro. Tampoco digo que tengas que desvelarte como lo hacen los padres aprenhensivos. Más bien se trata de estar dispuesto y disponible para cuando te necesite la persona que amas. Tu pareja no es tu hijo ni tu hija, es verdad, pero al amor agápico (el que da sin esperar recibir) no discrimina tan fino, cuando hay que dar se da.


-Si sientes que los problemas de la vida diaria te alejan de tu pareja, tu relación está en peligro. En las malas épocas, las buenas relaciones se fortalecen y las disfuncionales (adictivas, peligrosas, dependientes,insanas, violentas, etc.) se acaban. El dolor compartido puede unirte, más que separarte. Si tienen problemas económicos, luchen juntos. Si los echan del lugar donde viven, busquen otro lugar, duerman en la calle, pero juntos. El sufrimiento es menor si se divide en dos. Y si hay una efermedad en la familia, que sea motivo de unión, de trabajo en equipo. Cada vez que las dificultades afecten a tu pareja, recuérdale que no está solo o sola, que no eres un desertor o desertora y que puede contar contigo. Un amor completo no se agota en el placer del sexo, ni en la alegría de que el otro exista, necesita estar listo para el sufrimiento compartido. El amor agápico se reafirma en el dolor que la vida obliga.




Sufrir por amor
¿Las mujeres se quejan de sufrimiento? 
Sí, las mujeres siguen sufriendo por amor igual que antes. Hay dos tipos de mujeres, las complacientes o geishas y las niñeras a quienes les gusta adoptar a los hombres. La mujer ha ganado en sus derechos, pero no ha conseguido una revolución afectiva, porque todavía no es capaz de decir 
no necesito el amor, no necesito un hombre o puedo vivir sola.
¿Cuánto se puede llegar a sufrir por amor? 
Hasta la locura o el suicidio. La soledad deprime y el dolor enloquece.
¿Qué solución le ofrece usted a sus pacientes? 
Prevención, pero yo no le puedo dar la solución a nadie, son ellos los que han de encontrarla.
La amistad es fundamental
¿Usted cree en el amor? 
Creo en el amor inteligente.
¿El amor es un estado de máxima alerta? 
Hay una etapa inicial en el amor donde se está en alerta, pero dura muy poco tiempo porque una vez que se entra en el enamoramiento, la razón ya no funciona.
¿Cuándo salta la señal de emergencia? 
Cuando detectas que la persona con la que estás no te gusta, por ejemplo si conoces a un hombre muy atractivo pero de repente descubres que es un tacaño. Concientemente no deberías volver a salir con él porque en realidad ni el amor va a cambiarlo.
Si cuerpo y mente suman uno, ¿qué hacemos con el placer? 
Cuando estás haciendo el amor y tienes un orgasmo, no tienes que pensar. Pero en el día a día la amistad es fundamental. Con tu pareja el 60% del tiempo que pasan juntos viven sobre todo en la amistad porque conversan, van al cine, etcétera.
Ingredientes para cocinar el amor
¿Con qué se cocina el amor? 
Con la mezcla de la amistad, la ternura y el deseo, mas un cuarto ingrediente que es el auto respeto, que significa el resultado de un amor digno. Si estos cuatro elementos no funcionan en tu relación, estás viviendo un amor equivocado.
¿Qué mata el sabor de un buen amor? 
La esperanza, porque no es lo último que hay que perder, si no lo primero. La esperanza mata a las personas que se aferran al amor.
¿Qué debe hacer una persona enamorada para no quemarse al probar este manjar? 
Primero evaluar todas las probabilidades por las que va a sufrir y si la otra persona vale la pena. La única certeza en el amor es la confianza, basada en que nunca te hagan daño intencionalmente.
Un amor elegido con cabeza
¿Este libro son sus experiencias personales? 
Sí, me he casado dos veces y la segunda es mucho mejor que la primera. Mi actual matrimonio lo he vivido con la razón, sabiendo qué es lo que no quiero en una mujer. Pero también mis pacientes son fuente de mi investigación.
¿Cuál es el secreto del triunfo en su segundo matrimonio? 
Que no digo 
te amo, te amé o te amaré, sino te estoy amando, porque en gerundio significa cada día y a cada momento te estoy amando.
¿Qué tiene su segunda esposa que no tenga la primera? 
Independencia, conciencia de ella misma.





El  emocional puede llevarnos a un  prematura y sí literalmente a la tumba. No sufras.
“El corazón no muere cuando deja de latir,
muere cuando los latidos ya no tienen sentido”
Pues sí, resulta que uno puede morir de pena, de amor (más bien de desamor), de emocional... Ya sabíamos que lo emocional tiene una importancia evidente y que es inseparable de nuestra salud, que alguien convaleciente o enfermo tiene más fácil recuperarse si es emocionalmente estable. Lo que no se había demostrado antes de forma tan científica es que el  emocional también duele físicamente.
Y sin embargo sí, sí que duele. Como explica David Alexander, director del Centro de Investigación de Trauma, en Aberdeen, Escocia, “la gente que ha sufrido daños emocionales a menudo puede traducir ese  en algo físico”. Y es cierto, muchas personas que han experimentado este tipo de  a menudo hablan de “un en el pecho”, “un vacío debajo del esternón”, o de pensar que se están volviendo locos por tanto .
Sin embargo y a pesar de las últimas investigaciones al respecto en los campos de la neurología y la psiquiatría, científicamente las investigaciones médicas tienden a concentrase tan sólo en el  físico.
Pero aquí viene lo bueno, resulta que un equipo de investigadores de laUniversidad de California Los Ángeles (UCLA) ha empezado a enfocar sus trabajos desde ese punto de vista más intangible y centran sus estudios en el emocional.
Naomi Eisenberger, investigadora de dicho equipo, acaba de descubrir qué partes del cerebro se activan cuando sentimos este tipo de  emocional. Lo mejor de todo es que lo ha hecho gracias a un juego de ordenador diseñado especialmente para que los jugadores se sientan excluidos y no aceptados por los personajes de su aventura gráfica. Al final ha resultado que el cerebro procesa de la misma forma el que la persona siente al ser rechazada socialmente que el que siente con el físico, todo ello extraído de las mediciones de escáneres cerebrales.
El  físico que sentimos no deja de ser una advertencia de nuestro organismo que trata de protegerse, por ejemplo, si nos rompemos una pierna o un tobillo y tratamos de caminar el  nos convertirá en personas sensatas que dejarán de hacer el tonto y se quedarán sentados y en reposo. Pues el emocional, afirman los expertos, también puede ser una advertencia, por ejemplo, para que no volvamos a acercarnos a esa persona que tanto daño nos ha hecho.
Aquí entra en juego otro concepto alucinante y triste en su propia definición, la pena compleja, que es el término con el que Mary Frances O’Connor, otra investigadora californiana, ha bautizado al emocional crónico. Y es que, si el  físico puede convertirse en crónico, el emocional no iba a ser menos.
Por último deberíamos explicar que muchos científicos sospechan que las personas que sufren de esta pena compleja son también los que mayor  físico (asociado al emocional) sufren. Por eso es posible morir de pena, morir de amor.
El siguiente en corroborar los últimos datos conocidos sobre el  emocional ha sido el cardiólogo londinense Martin Cowie que ha admitido que “una persona tiene mayor riesgo de morir en los seis meses siguientes a la pérdida de un ser querido”, entre otras cosas porque las hormonas que están involucradas en el estrés de la pérdida de un ser querido aumentan las posibilidades de que ocurran eventos graves del tipo infartos, embolias o incluso accidentes de circulación o domésticos al disminuir nuestra capacidad de atención en diversas situaciones, agarrotados como estamos, por el  emocional.
Parece claro que el siguiente y más importante paso debería ser identificar y tratar a las personas cuyo  emocional podría convertirse en  crónico, para evitar una depresión que puede conducir incluso a la  por falta de ganas de vivir.
Empieza a superar tus apegos afectivos.
Cuéntame…¿qué piensas al respecto?